De vez en cuando es bueno echar una mirada hacia atrás en la Historia para que los errores del pasado nos sirvan de enseñanza en el presente y futuro.Al menos eso devieran hacer los que ostentan el privilegio de tomar las riendas de un país,estado ,nación o lo que quiera que seamos actualmente.
Cuando he leído la última página de este MAGNÍFICO libro de Juan Pando un gran escalofrío ha recorrido mi cuerpo ¡vamos, que los pelos se me han puesto como escarpias !.Nunca hubiera imaginado el sufrimiento y el sacrificio al que casi diez mil jóvenes españoles fueron sometidos en el verano de 1921 en las áridas montañas del Rif en una lucha colonial con Francia por un pedazo de desierto marroquí.
Muchas veces se utiliza la palabra "moro " de forma despectiva pero la realidad es que un Ejército sin instrucción , sin material ni armas luchó en el Rif marroquí con el que en aquella época era el mejor guerrero del mundo pues el rifeño estaba acostumbrado a vivir bajo los rigores de ese sol y esa tierra tan inhóspita.El Ejército del General Silvestre fue aniquilado en pocos días,el mismo General se vió obligado a suicidarse al ver como sus soldados con sus Jefes a la cabeza huían despavoridos ante los ataques de la "Harka"rifeña.Casi todos ellos fueron degollados en su huída incluso por mujeres que los dilapidaban y robaban,unos pocos resistieron heroicamente en sus posiciones y muchos de ellos fueron cogidos prisioneros y llamados "gallinas" por un Gobierno que se vió obligado a pagar un rescate por ellos.
La mayor masacre -cerca de tres mil jóvenes españoles-fueron muertos en Monte Arruit muy cerca ya de Melilla ,ciudad que llegó a ser asediada por la "Harka".En Arruit una rendición en dramáticas condiciones y a una posterior traición los rifeños torturaron y ejecutaron a los soldados españoles hasta la saciedad.En la posterior reconquista pasaron meses hasta que se recogieron los restos de todo el Ejército de Silvestre.
Hoy quiero pensar que todo ese derramamiento de sangre sirvió para algo y a veces no puedo evitar el pensar que si algún suceso de gravedad ocurriera en Afganistán nuestro Gobierno no estará a la altura de las circunstancias pues tendrían que buscar el consenso de cuantos partidos se hallan representados en el Congreso y nuestros soldados se encontrarían con un nuevo Rif.
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