"Y,recordé aquel viejo chiste.Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice :doctor,mi hermano está loco,cree que es una gallina.Y el doctor responde:¿pues porqué no lo mete en un manicomio?y el tipo le dice: lo haría,pero necesito los huevos.Pues eso es más o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas,¿sabe?son totalmente irracionales,locas y absurdas;pero supongo que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos".
Era mi primera fiesta como alumno del Instituto en casa de un amigo,también era la primera vez que bebía tanto alcohol y alguien dijo que para terminar la tarde la mejor idea era ver la última de Woody Allen.Una vez se apagaron las luces el cine comenzó a darme vueltas como una noria , eso y un sabor amargo,es todo lo que recuerdo de mi primer contacto con Annie Hall.Tuvieron que pasar varios años más para consolidar mi admiración por Allen y volver con Annie Hall.
Diane Keaton está fantástica ,me encantan sus corbatas,chalecos sin mangas y pantalones anchos así como sus sombreros.Me encanta su complicidad con Allen,su manera de mirar,su sonrisa y ambos paseando por Brooklyn con el viejo puente de fondo y escuchando las sirenas de los barcos.
Del magnífico guión de Annie Hall subrayaría todo mientras me imagino a Allen junto al escritor Marshall Brickman recorriendo las calles de New York preparando las escenas y los diálogos entre Annie Hall y Alvy Singer.
Pienso en la infancia de Alvy durmiendo bajo una montaña rusa quizás soñando que un día el Universo explotará debido a su constante expansión para al día siguiente aguantar a esos horribles profesores aunque siempre le quedará el beso a la niña del pupitre de al lado.
Tuvieron que pasar quince años tumbado en el diván de su psicoanalista, para que en un partido de tenis este muchacho llamado Alvy Singer conociera a la sonriente Annie Hall y nos invitasen ambos a reflexionar sobre el amor ,el sexo,las relaciones humanas,la muerte e incluso el anti-semitismo y todo ello para llegar a la conclusión de que quizás la felicidad resida en ser muy simple y no hacerse preguntas.
Entre tanta reflexión como no, también hay lugar para el humor y para ponernos agresivos en la cola del cine y ayudar a Alvy a silenciar las pedantes disertaciones del hombre que se encuentra detrás suyo.Esa complicidad con el espectador me parce magistral como la división de la pantalla para mostranos en paralelo las conversaciones de mesa de las familias de Alvy y Annie.
Sorprendente esos regresos al pasado cuando Alvy ,Annie y Rob (Tony Roberts) contemplan una escena familiar de los padres de Alvy discutiendo mientras el pequeño Alvy juega indiferente para analizar la influencia en la infancia de ciertas personas.
Aunque yo me quedo con la escena en la que ambos intentan hacer el amor y el espíritu de ella se levanta de la cama y observa la acción desde una silla,simulando la poca implicación de la mente de Annie en el acto sexual llegando incluso este espíritu a echarles en cara a ambos su aburrimiento.
Desgraciadamente y aunque Alvy está enamorado se plantea constantemente el compartir su vida con ella o intentar conservar su libertad hasta que finalmente ambos siguen caminos diferentes.
¡Que difíciles y complicadas son las relaciones humanas y aunque nos encierren entre paréntesis,siempre necesitaremos los huevos!. ).
Era mi primera fiesta como alumno del Instituto en casa de un amigo,también era la primera vez que bebía tanto alcohol y alguien dijo que para terminar la tarde la mejor idea era ver la última de Woody Allen.Una vez se apagaron las luces el cine comenzó a darme vueltas como una noria , eso y un sabor amargo,es todo lo que recuerdo de mi primer contacto con Annie Hall.Tuvieron que pasar varios años más para consolidar mi admiración por Allen y volver con Annie Hall.
Diane Keaton está fantástica ,me encantan sus corbatas,chalecos sin mangas y pantalones anchos así como sus sombreros.Me encanta su complicidad con Allen,su manera de mirar,su sonrisa y ambos paseando por Brooklyn con el viejo puente de fondo y escuchando las sirenas de los barcos.
Del magnífico guión de Annie Hall subrayaría todo mientras me imagino a Allen junto al escritor Marshall Brickman recorriendo las calles de New York preparando las escenas y los diálogos entre Annie Hall y Alvy Singer.
Pienso en la infancia de Alvy durmiendo bajo una montaña rusa quizás soñando que un día el Universo explotará debido a su constante expansión para al día siguiente aguantar a esos horribles profesores aunque siempre le quedará el beso a la niña del pupitre de al lado.
Tuvieron que pasar quince años tumbado en el diván de su psicoanalista, para que en un partido de tenis este muchacho llamado Alvy Singer conociera a la sonriente Annie Hall y nos invitasen ambos a reflexionar sobre el amor ,el sexo,las relaciones humanas,la muerte e incluso el anti-semitismo y todo ello para llegar a la conclusión de que quizás la felicidad resida en ser muy simple y no hacerse preguntas.
Entre tanta reflexión como no, también hay lugar para el humor y para ponernos agresivos en la cola del cine y ayudar a Alvy a silenciar las pedantes disertaciones del hombre que se encuentra detrás suyo.Esa complicidad con el espectador me parce magistral como la división de la pantalla para mostranos en paralelo las conversaciones de mesa de las familias de Alvy y Annie.
Sorprendente esos regresos al pasado cuando Alvy ,Annie y Rob (Tony Roberts) contemplan una escena familiar de los padres de Alvy discutiendo mientras el pequeño Alvy juega indiferente para analizar la influencia en la infancia de ciertas personas.
Aunque yo me quedo con la escena en la que ambos intentan hacer el amor y el espíritu de ella se levanta de la cama y observa la acción desde una silla,simulando la poca implicación de la mente de Annie en el acto sexual llegando incluso este espíritu a echarles en cara a ambos su aburrimiento.
Desgraciadamente y aunque Alvy está enamorado se plantea constantemente el compartir su vida con ella o intentar conservar su libertad hasta que finalmente ambos siguen caminos diferentes.
¡Que difíciles y complicadas son las relaciones humanas y aunque nos encierren entre paréntesis,siempre necesitaremos los huevos!. ).
6 comentarios:
Magistral la escena que has comentado, en realidad toda la película es estupenda.. me confieso fan de Woody Allen aunque no todas me entusiasmen. La peor de Mr. Allen es mejor que muchas otras.
Me encantó el momento en que Dianne Keaton cantó, recordó y recogió el globo de oro honorífico en la ceremonia de éste año.
Tambien a mí me gusta esa estética de Annie Hall.
Un saludo, Zhivago
Que me cuento entre las admiradoras de Allen, ya lo sabes. Pero esa película, además de un referente, es una de mis preferidas de su filmografía.
Abrazos, Yuri.
Esa escena que recuerdas es buenísima. EL espíritu de Annie levantándose de la cama...jajaja es genial. La he visto hace pocos días y me ha encantado. Sí, Keaton está irresistible en el papel de Annie. Precisamente hoy he publicado una entrada sobre algo relacionado con esta película en mi blog dedicado a Frank Sinatra: http://francescoalbertosinatra.blogspot.com.es/2014/01/frank-sinatra-y-woody-allen-annie-hall.html
Un abrazo Yuri!
Y su gran amor por Nueva York obsequiándonos con unos preciosos paseos por la ciudad que nunca duerme.
Saludos Abril.
Personalmente además de Annie Hall,me quedo con Manhattan y con La Rosa Púrpura de El Cairo.
Pero Annie Hall me recuerda parte de mi juventud y por eso Cristal la tengo un cariño especial.
Un saludo.
Esa escena es magistral Marcos pero lo que más me gusta además de los diálogos es esa manera que tiene Woody de hacernos participar de sus películas.
Un saludo
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