domingo, 31 de diciembre de 2017

EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD


     Si buscamos la definición de "Dogma" encontraremos que en la Iglesia Católica un dogma es una verdad absoluta, definitiva, inmutable, infalible, irrevocable, incuestionable y absolutamente segura sobre la cual no puede flotar ninguna duda."
     Uno a lo largo de su vida va recopilando ciertas verdades sobre las que no flota ninguna duda y que las convierte en "dogma",el problema es que a veces se olvidan. Esos dogmas deberiamos tenerlos colocados a la vista por las paredes de la casa para no olvidarlos como hice este miércoles pasado cuando en plenas navidades tomé la decisión -empujado por los más jóvenes- de ir al cine en un Centro Comercial o "Demencial" según se mire.
    Muy a mi pesar había olvidado que hace ya algunos años tomé la decisión de no ir en determinadas fechas a uno de estos lugares infernales para no acabar endemoniado y sobre todo por salud.


     
     Olvidando ese dogma salí de casa con la idea de ver la nueva entrega de Star Wars Episodio VIII con el tiempo suficiente para llegar a la sesión de las 18.30 h .Mientras conducía,mi hijo mayor me ponía al día de las desventajas de la venta de Lucasfilm a Disney y  comprobaba que algo no iba bien al quedar detenido en el carril de acceso al Centro Comercial.Eso sólo era el comienzo de la pesadilla,media hora de atasco después había que aparcar y en 500m a la redonda de los cines todo estaba completo,finalmente y tras un par de vueltas alguien dejo un hueco y Eureka pude realizar la hazaña.
     Quien me iba a decir que lo peor estaba por llegar. Una enorme cola que daba la vuelta por todo este enorme complejo dedicado al consumo  hizo no sólo que no consiguieramos entrada para la sesión prevista sino que tampoco para la siguiente así que nos conformamos con entrar dos horas más tarde de lo previsto.
    La lucha de los "Reveldes" y el retiro de Luke Skywalker quedó interrumpido por los gritos de "sinvergüenza" que daba una mujer en una acalorada discusión con alguien,eso y las constantes idas y venidas de papás con sus hijos pequeños a los servicios para encontrarnos al final de la película cuando todas las luces se encienden con un manto de palomitas y otros envases por el suelo de la sala convirtiendo a  los Hunos de Atila en seres civilizados si con ellos nos comparamos.
   Que dirían Capra G.K.Chesterton de este espíritu navideño me pregunto.).


2 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Bueno, al menos ABBA lo ha solucionado todo. Espero que se cumplan todos tus deseos en 2018. Yo también he intentado evitar los centro infernales pero, al final, parecen inevitables. Otra cosa que evito es ir al cine. Pero ahora debo volver, al menos, por ver la nueva de Woody Allen. Abrazos.

Unknown dijo...

Igualmente Marcos al igual que tu haré un esfuerzo para ver como gira esa noria de Woody Allen.Eso sí ,esperaré a que las aguas vuelvan a su cauce.
Un saludico.

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