

Ese mismo doctor que cae del caballo es viudo y desprecia con una crueldad inimaginable a la mujer que cuida de sus dos hijos y con la que mantiene unas relaciones sexuales basadas en la penetración,sin un beso , sin una caricia ,ni siquiera una mirada de amor para decirle que le da asco hacer el amor con ella y seguidamente violar a su propia hija de catorce años porque cada vez se parece más a su madre.
Un predicador que somete a sus hijos a una estricta disciplina ,obligándoles de niños a llevar una cinta blanca en el pelo o en el brazo para recordarles la inocencia y la pureza y que no duda en atar a uno de sus hijos los brazos en la cama para que no tenga tentaciones con su cuerpo.
Un Barón dueño de tierras ,para el que la mitad del pueblo trabaja , cuyo hijo desaparece y aparece más tarde lleno de golpes quizás por una venganza o quizás por un ritual.

Para no dormir.