Sus películas hay que verlas varias veces para no dejar escapar los innumerables detalles que describen una escena.
Hoy, tristemente me despido de Monsieur Hulot con la que quizás sea su obra maestra desde mi punto de vista aunque en su día no tuvo el éxito que merece. Os dejo con "Play Time" dos horas de Tati en estilo puro.
Como todas las ciudades europeas París se extiende, crece a un ritmo imparable, nuevos y modernos rascacielos de cristal se van construyendo. En su interior modernas terminales de aeropuertos, zonas comerciales y lugares dedicados al ocio. Allí aparece Monsieur Hulot para recoger un encargo en uno de esos modernos edificios que más que facilitarnos las cosas, nos las dificultan. Hulot se dirige a un anciano portero uniformado que intenta averiguar el piso dónde tiene que dirigirse este para recoger su encargo y es incapaz de manejar un sofisticado panel de teclas y lucecitas siendo tan real este "gag “que nos demuestra que a veces la modernización nos complica la vida hasta hacer que sintamos ridículos.
Tati nos caraturiza la victoria de los rascacielos, de la ciudad-colmena que anula la personalidad de sus habitantes encerrados en despachos; lo más parecido a celdas individuales sin comunicación con otros despachos. Tati además de crítico es un profeta, pues la problemática denunciada en sus películas sigue presente en la actualidad.
Quizás para algunos críticos sea demasiado extensa y aunque Hulot permanece en un segundo plano no pierde en absoluto el humor de las anteriores.
¿Recordais El Guateque de Blake Edwards con Peter Sellers? , ambas son de la misma época:Play Time (1967) y El Guateque (1968).Seguramente Edwards se inspiró en Tati para su película aunque yo me quedo con la fiesta inaugural del restaurante Royal y sus innumerables "gags" como esas sillas que dejan marcado el respaldo a los clientes en la espalda o esos camareros cada uno de ellos con una curiosa personalidad y que poco a poco durante la fiesta van rompiendo algo de su uniforme.Uno un bolsillo del pantalón a otro un siete en la chaqueta,otro la suela del zapato y finalmente la pajarita del último en la bandeja con la salsa.
Por supuesto Monsieur Hulot aunque en un segundo plano no pasará desapercibido y provocará alguna situación cómica y calamitosa.
París es una ciudad saturada por el tráfico.El caos circulatorio transforma de forma irónica a los automóviles en obstáculos que difucultan el transporte,pero el problema deja de serlo cuando nos percatamos de que el movimiento de los coches,su ritmo y la actitud de sus peatones lo convierten en un tio-vivo de feria.Con este final optimista,grandioso nos ofrece una oportunidad,su aprovechamiento depende de nosotros.La obra de Tati nos introduce en un mundo distinto o ,mejor dicho en el mundo de siempre desde otra perspectiva:la del ojo humano guiado por el gran sentido del humor.
3 comentarios:
Amigo Yuri, me han entrado unas ganas terribles de ver esta película. No solo por compararla con "El guateque" (Para mí, toda una obra maestra de Edwards) sino por la historia. Me parece estupenda. La veré. Un abrazo.
Cualquier película de Tati merece la pena Marcos,estoy seguro que su cine hará que pases unos divertidos momentos.Para mi fue un gran descubrimiento.
Un abrazo
Saludos Antonio y bienvenido.
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