domingo, 22 de marzo de 2015

LAS LECTURAS DEL CLUB PIO BAROJA -" El rio que nos lleva " José Luis Sampedro-

"Así comenzó aquella noche de hombre celebrando las cincuenta primaveras de ella que el Rubio no habría de olvidar jamás.Otras vendrían,pero no lo mismo.Otras que hasta incluso podría recordar más; pero cuando ésta se le viniera a la memoria,su hoguera apagaría todas las luces de las otras:bujías,candilillos,faroles,lámparas.Vendrían las aventuras,la esposa,los hijos,la vida cotidiana,la vejez,la muerte;y aquél seguiría siendo su secreto;la gran perla invisible perdurable incluso en su cádaver.Porque no era un amor cogido en un salto,como el gorrión atrapa la miga sin aplacar el ala ni posar en tierra;no era tampoco la mujer que se desgasta cada día junto a nuestro propio desgaste;no era la ilusión,no era el engaño,no era la necesidad ni la sensatez.Era la revelación y toda de un golpe:la adolescencia abandonada y aleteando aún en el pecho como una mariposa ya cogida;la fecundidad formidable de los huesos;la amargura en los descubrimientos tristes de la experiencia;el conocimiento de que en la fruta más dulce se nos queda en la boca una piedra dura y de sabor terroso.

 Esa verdad última que sólo encontramos bajo la cascarilla de muchas verdades sucesivamente escondidas una bajo otra;esa verdad de las piedras y de los muertos fue la que maduró en aquella noche,rodeada de la sangre,de la pulpa prodigiosa,de la brisa,de las lágrimas,del fuego,de los elementos de la vida.
Más tarde,arriba ya,bebidas las primeras ansias,libres para el detalle minucioso,para los pequeños descubrimientos mutuos del amor,para la exploración y la explotación de las conquistas,para el enriquecimiento de las grandes violencias,de los grandes manchones púrpuras con el juego de los matices...

Más tarde se cambiaron las deliciosas confesiones.Cuánto se gustaron ,cuánto,cada uno al otro,se habían deseado;cuánto habían sufrido,cuánto en aquellas horas...Así, menudamente,las manos más tranquilas y sin embargo ávidas recorriendo lentamente cada cuerpo al azar,así se emocionaban en gozar qué palacios había erigido la sangre en el lugar de los ilusorios castillos de naipes derribados por las piedras de la verdad." ).


3 comentarios:

trimbolera dijo...

Gracias !!

Unknown dijo...

Es un placer aunque las gracias las merece Don José Luis.
Un saludo.

Marcos Callau dijo...

Inigualable Sampedro. Un maravilla volverlo a leer. Gracias Yuri.

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