He tenido la gran suerte de pasar ocho años de mi vida en tierras aragonesas, la mayor parte de ellos cerca de Los Pirineos. Fue allí dónde Ignacio, profesor de Instituto con el que hice amistad me regaló el libro " Las Navatas"de Severino Pallaruelo,me gustó su lectura y posteriormente adquirí "Pirineos tristes Montes" pequeños relatos sobre gente humide,sencilla y trabajadora en esos inviernos tan largos de los pueblos del Pirineo aragonés.
Han pasado trece años desde que dejé El Serrablo,trece largos años sin leer a Severino hasta que alguien se acordó de mi y me regaló hace un par de semanas "Guali"firmado por este autor al que curiosamente hasta estos días no había puesto cara aunque me encantaba su lectura así como la ternura con que está escrito este libro.
Guali es la historia de unos estudiantes de Instituto que para pagarse un viaje de fin de curso a Roma ingenian todo tipo de aventuras ,entre ellas la de llevarse un Bisonte de un Parque Natural y pedir por él un rescate , a este Bisonte le llamaran Guali y enamorará a las vacas y a Chinga un toro de la cuadra de Rebeca, una de las alumnas que participa en la aventura.
Este libro para mi tiene un valor incalculable pues me ha devuelto el aire serrablés,sus montañas,el Oturia, Los montes Capitiellos,el río Gallego,el Puente de Sardas, Yebra de Basa y San Román ¡que vino! manchaba los vasos,Biescas mis largos paseos por su plaza y Sallent ,que pueblo tan precioso ,cuanto hecho de menos las tertulias invernales en su Casino, el embalse de Lanuza... y tantos otros lugares.Me ha devuelto el aroma de las fresas silvestres y de las endrinas,del pacharán y el guiñote.Me ha llevado a la peluquería de Ramón en la cual siempre se juntaban tres contertulios,abueletes que hablaban en fabla y yo disfrutaba escuchándoles e intentando entenderles mientras Ramón hacía sonar sus tijeras acompasadas con el ritmo de la charla.Me ha hecho escuchar de nuevo esa jota que me cantaba Carlos y que tanto me emocionaba entonces y me emociona ahora:
S'ha feito de nuey, tu m'aguardas ya,
lo peito me brinca en tornar-te a besar.
Lo nuestro querer no se crebará,
aunque charren muito y te fagan plorar,
yo no'n quiero vier güellos de cristal
mullaos por glarimas que culpa no han.
Escuita, muller, dixa de plorar,
yo siempre he estao tuyo,
tú mía has de estar.
Dicen que un querer ye de dos no más,
y que ye más fázil fer-lo caminar,
cuando l'uno caye l'otro ha de bantar,
cuando l'uno caye l'otro ha de bantar.
S'ha feito de nuey, tu m'aguardas ya,
lo peito me brinca te quiero besar.
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