jueves, 21 de marzo de 2013

NI UNO MENOS -Zhang Yimou (1999)-

 Cuanto más me adentro en el cine de Zhang Yimou más similitudes encuentro con el iraní Abbas Kiarostami: los contrastes entre las zonas rurales y las ciudades,los pueblos entre montañas,la construcción de las casas y la sencillez de sus habitantes así como un contínuo aprendizaje de la cultura del país , sus costumbres y tradiciones.
Al igual que en "El camino a casa", Zhang Yimou nos muestra la escuela rural dónde asistir a clase ya es una aventura pues da la impresión de que en cualquier momento se va a derrumbar el edificio con los niños en su interior.Esas casas de adobe sujetas con gruesas vigas de madera,los bastos pupitres en los que es difícil imaginarse como pueden los niños escribir encima de ellos.Los suelos de arena y las puertas y ventanas que apenas encajan , y  paredes apuntaladas en el exterior para evitar el derrumbe .
En "Ni uno menos" Wei Minzhi una niña de trece años acude a otra aldea contratada por el alcalde para sustituir durante un mes al maestro Gao que debe acudir a visitar a su madre enferma.
 
 Wei no ha pasado por el Instituto pero es muy difícil encontrar a alguien que quiera acudir a dar clases a una remota aldea entre las montañas,ella es la única opción o Gao no podrá ver a su madre enferma y así se lo plantea el alcalde al maestro dándose cuenta de la escasez de conocimientos de la joven la cual no sabe ni una sóla canción al completo y que no solamente tendrá que dar clase a veintiocho niños de diferentes edades con los escasos recursos con los que cuenta la escuela sino que además cinco de ellos duermen y comen allí y es ella quien debe hacer la comida y cuidarlos.
El maestro Gao le da un libro para que escriba textos en la pizarra pero debe hacerlo con trazos claros y en el tamaño adecuado ,uno cada día gastando solamente una tiza y este se las da contadas para el mes.
Parece que la única preocupación de Wei son los cincuenta "Yuan"que debe cobrar por el mes de sustitución y cuando el maestro Gao dice que el no puede pagarle ese dinero y que debe hablar con el alcalde no dudará en  salir corriendo tras ellos hasta que el alcalde le promete pagarle ese dinero si cumple lo que el maestro Gao le dice: "Debes cuidar bien a los niños y evitar que ninguno se vaya".

 
 Las clases se hacen aburridas Wei copia los textos y obliga a los niños a copiarlos pero estos se niegan incluido el mas travieso Zhang Huike y la joven se pasa las horas sentada en la puerta esperando que el sol ilumine el clavo situado en una columna de madera y que señalará el final de la clase,es su reloj.
En poco tiempo perderá dos alumnos,una niña a la que le gusta correr y  la cual a pesar de la tozudez de la joven maestra será llevada a la ciudad para entrenar y mejorar su preparación y al travieso Zhang Huike que debido a la enfermedad de su madre y a las deudas de estas decide irse a la ciudad a trabajar a pesar de su corta edad.
A partir de ese momento todo cambiará en la Escuela y la maestra Wei hará una piña con todos los alumnos con el único objetivo de sacar dinero para poder ir a la ciudad a buscar a Zhang para que regrese al pueblo.Cambiará los textos por las matemáticas para hacer los cálculos correspondientes para abtener el dinero del viaje trabajando en una fábrica de ladrillos a la que se llevará a todos ellos.
Finalmente y a pesar de la oposición del alcalde, Wei viajará a la ciudad para introducirse en un mundo totalmente hostil donde solamente su empeño y su tozudez harán que se cumpla su objetivo.

 

 Buscará al niño por la estación de autobuses dónde se perdió,logrando que le llamen infructuosamente por megafonía,gastará el dinero conseguido en la fábrica de ladrillos en tinta ,un pincel y cien cartulinas para anunciar en la ciudad la desaparición del niño.Finalmente acudirá a la TV quedándose en la puerta intentando localizar al director.Mientras,Zhang Huike se pasea por la ciudad pidiendo limosna y comiendo de la generosidad de los adultos ajeno a la estoica busqueda que ha emprendido su joven maestra.
Dos días después el director de TV es avisado de la presencia de la maesta y decide que participe en un programa de gran audiencia para dar un mensaje entre lágrimas a su alumno.Mensaje que este ve desde un restaurante dónde la dueña le da de comer a cambio de lavar platos.
 Finalmente el empeño y tozudez de la protagonista dará sus frutos y ambos regresarán felizmente a la aldea acompañados de la TV y numerosos regalos para la escuela y el dinero suficiente para que la madre del niño salde sus deudas y aún el alcalde pueda arreglar el tejado de la escuela lleno de goteras.
Entre los regalos material escolar y muchas tizas pero esta vez de colores y pensando Wei en lo contento que se pondrá a su regreso el maestro Gao,la joven maestra dará una tiza de colores a cada niño para que escriban una palabra en la pizarra y  Zhang Huike escribirá el nombre de su maestra a la que ha prometido estudiar e ir al Instituto además de prometerla muchos regalos para obsequiarla por preocuparse por él y llevarle de regreso al pueblo.
 
Magnífico trabajo narrativo del director chino que nos enseña la importancia de la solidaridad y el compañerismo y la fe en conseguir aquello que realmente deseamos además de mostrarnos que no siempre el éxito está en la educación en las grandes ciudades sino en dotar de los medios necesarios en las aldeas rurales más remotas.
Auténtica esperanza la que transmite la película que pasa de la carencia de esas tizas blancas que tanto cuidaba el maestro Gao y que finalmente Wei consigue sean de color y en gran cantidad.Personalmente no veo reivindicación política alguna en esta película sino la realidad de un pueblo que poco a poco ha ido avanzando hacia el acapitalismo ( 48 ).


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