La ópera de tres Actos,transcurre en la India en la época de la conquista Colonial inglesa a finales del siglo XIX.
I ACTO
Jardín exhuberante con río al fondo.
Los fieles de Brahma se reúnen para la oración, en el jardín
que es el refugio secreto de Nilakantha, sacerdote brahmán que ha prometido
vengarse de los conquistadores, a pesar de que el culto está prohibido por los ingleses.
Una vez terminada la ceremonia, el sacerdote parte hacia la ciudad próxima en
la que debe tener, el día siguiente, una gran fiesta, y deja a Lakmé al cuidado
de sus servidores, Hadji y Mallika. La joven se quita sus joyas y las deja
sobre un banco; después se prepara con su sierva Mallika para el baño y para recoger flores de loto azul para ofrecerlas
a Ganeza. Cogen una barca y se marchan río arriba.
Se acerca un grupo de ingleses que sin ningún reparo penetra
en el jardín. Este grupo está integrado por Ellen, la hija del gobernador, su
amiga Rose y de su dueña Mistress Benton, acompañadas por dos oficiales
Frederic y Gerald. Frederick les advierte que no toquen las flores ya que
algunas son venenosas, él ha reconocido al guardia de Nilakantha, y exhorta a
sus amigos a la prudencia, mientras les habla de Lakmé y de cómo su padre ha
hecho de ella casi una diosa que vive en este retiro aislada del mundo;
entonces ellos no pueden evitar el burlarse de las costumbres hindúes y
comparar los encantos de sus mujeres con los de las europeas.
Lakmé y Mallika regresan del baño. Al ver a Gérald que se escondió para ver a quien adornaban
aquellas joyas, grita asustada. Cuando acuden los sirvientes, les dice que no
ha sido nada y les pide que vayan a buscar a su padre. Después le advierte al
inglés que se juega la vida y que debe olvidar el haberla visto, pero Gérald se
siente fascinado por ella. El oficial inglés desafía el peligro y se lanza a una
declaración de amor.
Al oír que su padre regresa, Lakmé le ruega al inglés que se
vaya. Él tiene el tiempo justo para huir cuando la voz del brahmán se deja oír.
El sacerdote, desgraciadamente, se ha dado cuenta que su refugio ha sido
violado y jura que matará al extranjero que ha penetrado en sus dominios.
ACTO II
Mercado de un pueblo.
La plaza hierve de movimiento; Allí se encuentran Gérald y
Ellen, su prometida. Frederick le dice al joven que el regimiento saldrá antes
del amanecer del día siguiente a perseguir a un grupo de rebeldes.
Lakmé y su padre, disfrazados de pordioseros, entran en la
plaza. A pesar de que la joven trata todavía de disculpar al inglés que profanó
el recinto sagrado, su padre espera encontrarlo para vengarse, aunque también
le entristece la preocupación de su hija.
Para que el inglés se dé a conocer obliga a la joven a
cantar una balada que cuenta la historia de la hija de un paria que socorrió a
un joven perdido en el bosque, el que resultó ser Visnú, el hijo de Brahma,
quien en agradecimiento se la llevó al cielo a vivir entre los dioses. Nadie
aparece. Nilakantha entonces obliga a Lakmé a que siga cantando hasta que la
muchacha ve a Gérald y se desmaya en sus brazos.
El fiel Hadji le dice a Lakmé que si puede ayudarla en algo
que se lo diga, ya que siempre ha hecho lo que la joven ha querido. Gérald, por
fin se encuentra ante su amada. Esta confiesa que le quiere a pesar de adorar a
un dios diferente, y le ofrece la oportunidad de vivir siempre juntos en un
lugar del bosque donde la joven tiene una cabaña.
Se acerca la procesión de los brahmanes que se dirige al
templo de Dourga. Frederick se siente preocupado por la expresión de éxtasis de
Gérald, e intenta hacer entrar en razón a su amigo hechizado, le recuerda que
su seguimiento partirá el día próximo por la mañana, a pesar de todo, confía
que al otro día, cuando partan, ya se habrá olvidado de todo. Nilakantha y sus
hombres han podido apresar a Gerald y uno de ellos lo ha herido con un puñal.
Creyéndole muerto, Lakmé corre a su lado, pero sólo se trata de una herida leve,
y con gran alegría y la ayuda de Hadji se lo lleva para esconderlo en el
refugio del bosque.
ACTO III
Jardín con una cabaña de bambú.
Gérald yace sobre un lecho de hojas mientras Lakmé lo
arrulla con una. Cuando despierta, la joven le cuenta lo sucedido. El inglés,
exaltado por el amor que siente, quiere abandonarlo todo y quedarse a vivir con
Lakmé. En la lejanía se oyen las voces de los amantes que se dirigen a la
fuente cuyas aguas confieren el amor eterno. Lakmé se ofrece a ir a buscar su
agua para que ambos la beban. Gérald se queda solo. Entra Frederick, quien ha
seguido los rastros de sangre por el bosque. Tras apelar al compromiso que
tiene Gerald con Ellen, y al hecho de que dentro de pocas horas el regimiento
partirá, el militar le recuerda su honor de soldado. Entonces Gérald, que hasta
este instante estaba decidido a dejarlo todo por Lakmé, comprende que no podría
vivir sabiendo que ha traicionado a su patria.
Vuelve la joven y nota que algo ha pasado. A lo lejos se
escucha el batallón de soldados que marcha a su destino. Entonces comprueba que
el deber llama a su amado. Sin decir nada, mastica una flor venenosa y luego, tras
beber el agua, le da la copa a Gérald. El veneno surte efecto con rapidez.
Nilakantha aparece, siempre movido por un deseo de venganza
y reconoce al inglés; el oficial se ofrece para que el brahmán lo apuñale, pero
Lakmé se interpone: él ha bebido el agua de la fuente sagrada, y estará
protegido a partir de ahora y permanecerán unidos para siempre. Entonces, ella
muere y su padre, exaltado, piensa en la vida eterna que ahora gozará su hija y
se alegra de saberla cerca de los dioses, “en el esplendor de los cielos”.
Mientras tanto, el joven llora desconsoladamente. ).