lunes, 4 de mayo de 2009

¿HACIA DÓNDE VAMOS?


Hoy siguiendo con unas charlas sobre ese tema que tan de moda está en las empresas para formar a sus directivos llamado "Teoría del Liderazgo" y que en mi caso me lo imparten como " El arte de lo intangible "-quizás porque de esa manera resulta más atractivo y digerible-comentábamos que la sociedad se está organizando en torno a las nuevas funciones que surgen de la mano de las tecnologías en red y está adoptando nuevas formas de relación social, cuando alguien ha comentado un hecho que al menos a mi me ha dejado perplejo y que paso a relatar: "El Washington Post tuvo la brillante idea de hacer que uno de los más prestigiosos violinistas del Planeta,Joshua Bell tocara durante una hora en el metro.Durante ese tiempo unas 1071 personas pasaron delante de él y no se percataron de que estaban escuchando seis piezas magistrales de Bach y Schubert ejecutadas con un Stradivarius " Gibson ex Huberman" único en el mundo.Eso ocurrió un viernes 12 de enero de 2007 a una hora punta y prácticamente nadie se detuvo.Algunos le miraban de soslayo,otros incluson aportaron algunas monedas recaudando 40 $;solamente una señora le reconoció y al acabar una de sus piezas le comentó "Te vi en la biblioteca del Congreso ,esto sólo puede pasar en Washington".Joshua estuvo hablando unos instantes con ella.
La pregunta que se hacen los autores del artículo ¿Tenemos tiempo para la belleza?.
Para ellos eso demuestra el comportamiento automático y abstraído del ser humano en la gran ciudad.
Durante el viaje de regreso a casa he meditado en" el cercanías "este hecho y tengo otras conclusiones:
"Si Joshua Bell hubiera tocado su Stradivarius fuera de las horas de trabajo y en un lugar de ocio alguien más se hubiera parado a escuchar su música aunque de una gran ciudad se tratara.
El escuchar a Joshua Bell en concierto no está al alcance de todos los bolsillos por eso una gran mayoría de los ciudadanos ni siquiera han oido hablar de él.
Seguramente si Joaquín Sabina-por poner un ejemplo- se pusiera a cantar en el metro de cualquier ciudad española a las ocho y media de la mañana una gran multitud aplaudiría todas y cada una de sus canciones."

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha encantado Yuri. No sé hacia dónde vamos pero me da igual, con imagenes como esas, prefiero quedarme sentada leyendo

rosaezquerra dijo...

Leí esa historia que cuentas en un periódico,hace unas semanas.Yo me pregunto si el reconocimiento de la belleza es innato al ser humano, sería bonito pensar que sí, pero...además entre tanto ruido ¿quién puede oir ya la música?

Unknown dijo...

He intentado esta mañana mientras me apeaba en Atocha imaginarme a Joshua Bell interpretando alguna pieza de Mozart,estoy seguro que a esas horas no me hubiera parado a escucharle pues al igual que miles y miles de personas vamos al trabajo con el tiempo justo pero...¿y al regreso?seguramente tampoco porque no conozco a Joshua Bell ni sé como suena un Stradivarius único en el mundo.

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